miércoles, 27 de mayo de 2009

El chongo del laburo

Es un clásico que cuando una cambia de laburo lo primero que piensa y comenta entre sus amigas es “ojalá haya un chongo hot en la ofi”. Sin más... nada de pensar "ojalá que me adapte rápido" o que me guste el trabajo, no, no, vos pensás en los flacos!!!
Llega el primer día. Nervios, te duele la panza, no cazas una, pero claro, de todos modos te hacés el espacio y mirás a tus compañeritos para ver qué mercadería encontrás. Primera selección? Mmm, lo dudo! Yo diría de segunda, outlet, canasto de tres temporadas atrás, bolishoping… Puede ser que ninguno potable?! “Yo no lo puedo creer, de 30 empleados ninguno lindo???” Naaa, volvés in-dig-na-dí-si-ma a tu casa y haces forward a las chicas “ni uno que zafe”.
Te querés matar, pensás “por qué no me quedé en el otro trabajo, ganaba menos guita, pero aunque sea estaba el de marketing que se partía”. Y no te queda otra que hacerte la idea de que en esta nueva oficina no vas a hacer ninguna chanchada. Pero… Pará, vos pensabas que no? Tan segura estabas ese primer día de trabajo? Dale negri, seamos sinceras, a los 2 meses de estar en este nuevo laburo, ese que era feo, tenía un corte de pelo que parecía Carlitos Balá, hacía chistes malos, tenía acné, era un tanto irresponsable y no hacía nada: YA NO ERA TAN feo, ni tenía un corte de pelo TAN horrendo, los chistes que hacía ya no te parecían TAN malos (es que no los entendías y ahora sí, obviooooooo boluuuuda! Era eso!), el acné MAGICAMENTE se había ido y la irresponsabilidad que habías tenido como primera impresión pasó a ser admirada rebeldía, “es que su jefe es re exigente, pobrecito” (con voz de compasión).
Ay ay ay, era obvio! Alguno te iba a gustar. Y todo comenzó cuando un día pasó por tu escritorio y te dijo “qué lindas estás hoy” y te dejó un sugus max . Se, con eso te compró, te llaman fácil, no? En fín, así empieza a “molestarte”: pasa por tu escritorio y te esconde la lapicera, se roba tus galletitas de arroz, te manda mails, etc etc. Ya eso te gusta, pero por un tiempo lo ocultás y te hacés la boluda. Claro, cómo le explicás a tu compañera que te gusta ese chongo?! Si es feo! Si a nadie le gusta. Pero es que vos te fijás en otras cosas, en lo de adentro… Mmmmmmmmmmmm… Bueno, el tiempo pasa y ya es inocultable porque se nota que te cabe y te gusta histeriquearlo, entonces un día Julia, que ya estaba dándose cuenta, te pregunta “Cheee, a vos te gusta Fede?”… “Naaa Juli, estás loca??!!”… Pero, te pregunta dos veces más y le confesás todo. Te encanta! Te vuelve loca! Lo querés!
El pibe no puede creer que le des bola. Parece que siempre hacía lo mismo con las chicas nuevas que entraban y nadie picaba… Pero sí, efectivamente, entrás vos y… y… le das! Y lo peor: en la fiesta de fin de año. Tremendo. Con unas copas de más terminás haciendo trencito loco con el chongueli del laburo y lo que sigue ni se cuenta...
El tema heavy se da el lunes, después de todo eso, cuando te comiste al bagarto de la oficina y tenés que enfrentarte al mundo... Pero así sos vos, necesitás tener a alguien a quien querer, adorar, desear, en cada puerto que visitás... Así que, mi querida, no des nada por sentado sobre tu futuro el primer día de un nuevo trabajo, mas bien esperá a que pasen unas semanas, que seguro SEGURO, entre tooodo ese montón de chongos de oferta, encontrás alguno al que le quieras dar!

viernes, 8 de mayo de 2009

El ami-chongo (by Mano)

A veces nos cuesta definir las categorías de familiar, amigo, conocido, novio, ex, chongo… Pero el problema más serio que se presta para la confusión es el tema del amigo con derecho a roce…
Saliste una vez con un “amigo” (o conocido, o flaco que te gustaba en la escuela, o como quieras llamarlo) porque vos estabas mal por el idiota incogible de Seba, querías distraerte y así terminaron en un bolichito de zona norte donde pasaban reggaetón. Con unas cuantas copas de más, tu amigo decide sacarte a bailar, no porque sepas hacerlo bien, sino para que no sigas haciendo un papelón y, entre meneo y perreo, y “la vecinita tiene antojo…” lo empezaste a mirar con cariño.
Considerando tu borrachera, los flashes de luces que no te dejaban ver muy bien y tu desesperación porque alguien, aunque sea, te preguntara si estabas en la fila de la barra, te gustó que tu amigo haya sonreído al verte menear como una trola (y vos creyéndote sexy) y se acercara más, y te dijera lo linda que estabas, que no sabía por qué no conseguías un chico como la gente… que Seba era un tonto! En fin… piropo va, piropo viene… se besaron muy apasionadamente. Transcurrido este hecho, ya está, perdiste: lo empezaste a ver como hombre!!!!
Al despertar al otro día, no sabías si era que la habías pasado muy bien por la onda del lugar, si era la resaca del vino barato de cartón que habías tomado o si era Tute (tu amigo que lentamente se comenzaba a convertir en chongo) quien te había hecho sentir especial. Como el impulso le gana a la lógica decidiste mandarle un mensaje de texto a Tute para saber qué onda. Obviamente, él te dijo que estaba durmiendo, que se sentía re mal, remarcó que HABÍA TOMADO MUCHO ANOCHE y que casi ni recordaba lo que había hecho. Disimulando tu tristeza, le dijiste: “Hablamos más tarde! Si querés pasáte a tomar unos mates” y él: “AMIGA, tengo que estudiar hasta las 10 de la noche” y vos, que no dejabas de remarla: “Bueno, pero si querés podemos tomar unos mates cuando termines… o cenar, o tomar algo, o un café… o lo que quieras!” sin darte cuenta (o sin querer darte cuenta) del tono que utilizó para llamarte “amiga”.
Creyéndote todas sus excusas, empezás a tirar la hipótesis de que a Tute le pasan cosas con vos, que te mira de otra manera (sí, con vergüenza, Boluda!!!), que te dice “Te quiero, amiga” pero en realidad te quiere decir: “Te amo, no querés ser mi novia?”. En fin: delirás!!! Te gusta creer que sos VOS la que se está haciendo la boluda, cuando en realidad es ÉL quien te está fletando…
Se sabe, una vez más te enganchaste con un imposible, porque sí, somos “amigos”, pero las amigas también tenemos sentimientos y no somos de palo, mierrrrrrrrrrrrrdaaaa….!!!! O sea, flaco! Me calentaste… quizás esa noche nada más… pero por qué no te puedo llamar cada vez que no tenga un Seba, un Nico, un Ramiro o un vibrador para satisfacerme, ehhh??? O acaso estás taaaaaaaaan ocupado consiguiéndote nuevas “amigas”??
La triste realidad es que Tute, por más copado que sea, seguro que se dio cuenta de que estabas muerta o re caliente con él y decidió huir. De verdad te quiere como amiga, y si lo calentaste, no fue más que eso... Dejáte de joder, y conseguíte un chongo en serio… y si conseguís un amigo, que al menos sea un cachivache, así al otro día, la que dice “estaba borracha y no sé lo que hice” sos vos… porque amiga, ami-chonga puede ser, pero boluda, no!!!!