jueves, 10 de diciembre de 2009

Amigos son los... ¡chongos!

Tuviste un affaire con un chongo. Sí, fue bueno, malo o regular, pero fue, caput, se terminó… Aunque claro, una siempre espera que donde hubo fuego…
A pesar del corte, seguiste saliendo con ese grupete de amigos y sí, como era de esperarse, hubo otro chongo en el que hiciste foco y (¡oh, casualidad!) él también reparó en vos (por fin una buena!)… Te enfrentás, entonces, con un dilema importante en la vida de toda mujer: “to kiss or not to kiss, this is the question”, porque claro, una será lo que será, media histérica, algo engreída, un poquito perra… pero tiene códigos!!! Esto claramente te define como una chonga de ley y por eso dudás…
Ahora, una vez disipada la duda y concretado el hecho (se sabe que siempre terminás aflojando!!) aquello que comenzó como una pregunta temerosa en vos, se transforma en bronca. ¿Por qué? ¡Porque no pasó nada! Porque así como una (como fanática de las telenovelas que es) se imaginaba la tercera guerra mundial a partir del acercamiento con el amigo de tu ex chongo, termina observando sorprendida cómo los muchachos siguen chocando los cinco cuando se ven, llamándose para jugar al fútbol y empedándose juntos con una cerveza barata… ¿Y nosotras qué? Acaso no significamos nada en su vida como para que al menos se distancien por un tiempo? Al ex chongo no le dolió ni un poquito su orgullo saber que el modelo renovado que vino detrás suyo era su amigo??
Se sabe… NO!!! Porque mientras el amigo no le falle en el truco de los jueves está todo bien, porque mientras no se meta con la hermana, no abandone al “Equipazo” de fútbol que tienen juntos y siga participando en el campeonato de eructos, aquí no ha pasado nada!! Para ellos somos material descartable y así como se prestan la remera negra escote en V, también te pasan a vos sin ningún tipo de culpa…Todo lo contrario, hasta comentan de vos…
Es triste la realidad querida amiga, pero tenélo en cuenta: cuando el amigo lindo de tu ex chongo te encare, que no te tiemble el pulso para decirle que sí, que seguramente ellos sigan siendo tan amigos como siempre…
Y en este caso, aunque suene mal, hasta capaz podríamos aprender un poco de ellos… Ya sabés: cuando un chongo te harte, no lo guardes más entre tus recuerdos, no le pongas tu nombre al tomuer, y tiráselo a la hinchada, que seguro alguna de tus amigas todavía lo puede exprimir un ratito más!!!