¿A quién no le pasó alguna vez en su vida eso de engancharse con un tipo comprometido? Sí, sí, de chiquita te enseñaron que eso no se hace pero no nos engañemos, ¿acaso lo prohibido no atrae más?
Lo conocés y al toque te enterás que tiene novia/ esposa así que al principio intentás contenerte: los mandatos familiares no son temas fáciles de resolver!!! Perooooo (siempre hay un pero en este tipo de historias) bueno, poco a poco, el susodicho te va engatusando (porque sí, con novia, esposa o amante, sigue siendo HOMBRE).
Tu primera actitud es creer que lo podés manejar (obvioooo) porque, en TU realidad (ficticia) no querés compromisos (“sos una chica free, que no soporta estar en pareja”) y que hasta su novia o esposa es la que te da lástima (“ja, ¡pobre cornuda!”), pero después… ¡agarráte!
Ser la segunda no es nada fácil!!! Desde tu mezcla de amante insaciable y psicóloga amateur (24 horas dispuesta, of course!), tenés que soportar los distintos estados de ánimo de tu chongo (bah, TUYO es una manera de decir…) que varían, sin anestesia, desde querer cagar a puteadas a su mujer (“es una loca de mierda, me voy a separar”) a tenerle lástima (“perdonáme gordi, no la puedo dejar ahora, está pasando por un momento re difícil”); y esto sin contar la amplia gama de personalidades que toma, entre las que se destacan: El Fracasado: “…es que yo con Raquel creí que iba a estar toda la vida, ¿entendés?”, El Macho Cabrío: “vos no te preocupés que yo voy al gimnasio y tengo restos para todas, je” y El Culposo: “me siento mal haciéndole esto, yo no soy así, ¡no me reconozco!”.
A todos estos cambios camaleónicos vos tenés que responder con sonrisa neutral y con la mejor cara de pocker porque claaaaarooo, total él con vos no tiene ningún tipo de compromiso y desde tu posición “no da” hacerle reclamos… Y ni hablar, por supuesto, si compartís con El Infiel el mismo grupo de estudio, trabajo o amigos, y tenés que escucharlo haciéndose el novio perfecto al grito de “no puedo porque tengo el cumple de la abuela de mi novia” o “mi novia no me deja irme de vacaciones con los pibes”. Aaaaahhhhh, y acaso tu novia te deja engañarla conmigo, la puta madre?????????
Estás harta, ya no lo manejás y para colmo de los colmos nada te viene bien, porque, se sabe, si la novia es horrible decís “¡no lo puedo creer! ¿Con este bicho está? Aunque sea si fuera alguien de primer nivel lo entendería…”, pero si la novia está más buena que un cuarto de helado a la madrugada, te deprimís pensando que “¡con razón! Es obvio que no tengo chances…”.
Entonces amiga llegó el momento de replantearte el tema… Y RAJÁ!!!!!! Huíiiiiiiii, andáte bien lejos!!!!! Que todo lo que le hace a ella un día te lo puede hacer a vos!!!! Decíle NO a que su contestador te diga “el cliente no desea recibir llamadas en este momento”, decíle NO a que nunca pueda salir los sábados a la noche, decíle NO a que te presente como “mi prima Estela que vino de España” cuando se encuentran con alguien, y decíle NO a citarse un miércoles a las 23 hs enfrente de la calesita del Parque Lezama para no tener que cruzarse con nadie conocido…
Te merecés algo mejor, de eso no hay dudas… Por eso tené en cuenta que si vas de picada, vaya y pase, de postre, ¡excelente!, pero de segundo plato mamita… no vayas nunca más!!!!!!!!!!
Lo conocés y al toque te enterás que tiene novia/ esposa así que al principio intentás contenerte: los mandatos familiares no son temas fáciles de resolver!!! Perooooo (siempre hay un pero en este tipo de historias) bueno, poco a poco, el susodicho te va engatusando (porque sí, con novia, esposa o amante, sigue siendo HOMBRE).
Tu primera actitud es creer que lo podés manejar (obvioooo) porque, en TU realidad (ficticia) no querés compromisos (“sos una chica free, que no soporta estar en pareja”) y que hasta su novia o esposa es la que te da lástima (“ja, ¡pobre cornuda!”), pero después… ¡agarráte!
Ser la segunda no es nada fácil!!! Desde tu mezcla de amante insaciable y psicóloga amateur (24 horas dispuesta, of course!), tenés que soportar los distintos estados de ánimo de tu chongo (bah, TUYO es una manera de decir…) que varían, sin anestesia, desde querer cagar a puteadas a su mujer (“es una loca de mierda, me voy a separar”) a tenerle lástima (“perdonáme gordi, no la puedo dejar ahora, está pasando por un momento re difícil”); y esto sin contar la amplia gama de personalidades que toma, entre las que se destacan: El Fracasado: “…es que yo con Raquel creí que iba a estar toda la vida, ¿entendés?”, El Macho Cabrío: “vos no te preocupés que yo voy al gimnasio y tengo restos para todas, je” y El Culposo: “me siento mal haciéndole esto, yo no soy así, ¡no me reconozco!”.
A todos estos cambios camaleónicos vos tenés que responder con sonrisa neutral y con la mejor cara de pocker porque claaaaarooo, total él con vos no tiene ningún tipo de compromiso y desde tu posición “no da” hacerle reclamos… Y ni hablar, por supuesto, si compartís con El Infiel el mismo grupo de estudio, trabajo o amigos, y tenés que escucharlo haciéndose el novio perfecto al grito de “no puedo porque tengo el cumple de la abuela de mi novia” o “mi novia no me deja irme de vacaciones con los pibes”. Aaaaahhhhh, y acaso tu novia te deja engañarla conmigo, la puta madre?????????
Estás harta, ya no lo manejás y para colmo de los colmos nada te viene bien, porque, se sabe, si la novia es horrible decís “¡no lo puedo creer! ¿Con este bicho está? Aunque sea si fuera alguien de primer nivel lo entendería…”, pero si la novia está más buena que un cuarto de helado a la madrugada, te deprimís pensando que “¡con razón! Es obvio que no tengo chances…”.
Entonces amiga llegó el momento de replantearte el tema… Y RAJÁ!!!!!! Huíiiiiiiii, andáte bien lejos!!!!! Que todo lo que le hace a ella un día te lo puede hacer a vos!!!! Decíle NO a que su contestador te diga “el cliente no desea recibir llamadas en este momento”, decíle NO a que nunca pueda salir los sábados a la noche, decíle NO a que te presente como “mi prima Estela que vino de España” cuando se encuentran con alguien, y decíle NO a citarse un miércoles a las 23 hs enfrente de la calesita del Parque Lezama para no tener que cruzarse con nadie conocido…
Te merecés algo mejor, de eso no hay dudas… Por eso tené en cuenta que si vas de picada, vaya y pase, de postre, ¡excelente!, pero de segundo plato mamita… no vayas nunca más!!!!!!!!!!