viernes, 27 de marzo de 2009

El chongo comprometido, ¿segunda yo?

¿A quién no le pasó alguna vez en su vida eso de engancharse con un tipo comprometido? Sí, sí, de chiquita te enseñaron que eso no se hace pero no nos engañemos, ¿acaso lo prohibido no atrae más?
Lo conocés y al toque te enterás que tiene novia/ esposa así que al principio intentás contenerte: los mandatos familiares no son temas fáciles de resolver!!! Perooooo (siempre hay un pero en este tipo de historias) bueno, poco a poco, el susodicho te va engatusando (porque sí, con novia, esposa o amante, sigue siendo HOMBRE).
Tu primera actitud es creer que lo podés manejar (obvioooo) porque, en TU realidad (ficticia) no querés compromisos (“sos una chica free, que no soporta estar en pareja”) y que hasta su novia o esposa es la que te da lástima (“ja, ¡pobre cornuda!”), pero después… ¡agarráte!
Ser la segunda no es nada fácil!!! Desde tu mezcla de amante insaciable y psicóloga amateur (24 horas dispuesta, of course!), tenés que soportar los distintos estados de ánimo de tu chongo (bah, TUYO es una manera de decir…) que varían, sin anestesia, desde querer cagar a puteadas a su mujer (“es una loca de mierda, me voy a separar”) a tenerle lástima (“perdonáme gordi, no la puedo dejar ahora, está pasando por un momento re difícil”); y esto sin contar la amplia gama de personalidades que toma, entre las que se destacan: El Fracasado: “…es que yo con Raquel creí que iba a estar toda la vida, ¿entendés?”, El Macho Cabrío: “vos no te preocupés que yo voy al gimnasio y tengo restos para todas, je” y El Culposo: “me siento mal haciéndole esto, yo no soy así, ¡no me reconozco!”.
A todos estos cambios camaleónicos vos tenés que responder con sonrisa neutral y con la mejor cara de pocker porque claaaaarooo, total él con vos no tiene ningún tipo de compromiso y desde tu posición “no da” hacerle reclamos… Y ni hablar, por supuesto, si compartís con El Infiel el mismo grupo de estudio, trabajo o amigos, y tenés que escucharlo haciéndose el novio perfecto al grito de “no puedo porque tengo el cumple de la abuela de mi novia” o “mi novia no me deja irme de vacaciones con los pibes”. Aaaaahhhhh, y acaso tu novia te deja engañarla conmigo, la puta madre?????????
Estás harta, ya no lo manejás y para colmo de los colmos nada te viene bien, porque, se sabe, si la novia es horrible decís “¡no lo puedo creer! ¿Con este bicho está? Aunque sea si fuera alguien de primer nivel lo entendería…”, pero si la novia está más buena que un cuarto de helado a la madrugada, te deprimís pensando que “¡con razón! Es obvio que no tengo chances…”.
Entonces amiga llegó el momento de replantearte el tema… Y RAJÁ!!!!!! Huíiiiiiiii, andáte bien lejos!!!!! Que todo lo que le hace a ella un día te lo puede hacer a vos!!!! Decíle NO a que su contestador te diga “el cliente no desea recibir llamadas en este momento”, decíle NO a que nunca pueda salir los sábados a la noche, decíle NO a que te presente como “mi prima Estela que vino de España” cuando se encuentran con alguien, y decíle NO a citarse un miércoles a las 23 hs enfrente de la calesita del Parque Lezama para no tener que cruzarse con nadie conocido…
Te merecés algo mejor, de eso no hay dudas… Por eso tené en cuenta que si vas de picada, vaya y pase, de postre, ¡excelente!, pero de segundo plato mamita… no vayas nunca más!!!!!!!!!!

sábado, 21 de marzo de 2009

El niño chongo (by Flor)

A verrrrr, ¿cuál es una de las mayores fantasías de los hombres? Salir con pendejas!!! Sí, esas colegialas divinas sin un gramo de celulitis que andan por la vida con sus jumpers cortitos y las camisitas con sólo dos botones abrochados. ¿Y nosotras qué? ¿Acaso no tenemos derecho a fantasear con un niño chongo? ¿No nos merecemos, de vez en cuando, un buen pedazo de carne fresca?
Un día, por esas casualidades de la vida, salís de un bar en Caballito en el estado más calamitoso de los últimos tiempos, son las 6 de la matina y un flaco te encara, te parece lindo… bah… no nos engañemos a esa hora, y con tu nivel de alcohol en sangre, te gustan todos!!! Y vos, aunque estás destruida y lo más sano sería tomarte un taxi hasta tu casa, te vas con él.
Después de que pasa todo lo que tiene que pasar (o mejor dicho todo lo que no tendría que haber pasado) se te ocurre preguntarle la edad y él con su mejor cara de inocente saca el documento nuevito, ¡muy nuevito! y te lo muestra. Ese hombre que acaba de pasar por tu cuerpo tiene flamantes 18 añitos!!!! Sí!!!! Y lo peor de todo es que te encantó (se ve que viene entrenando desde las inferiores).
Por tu salud psíquica decidís no verlo más, pero aparentemente el niño chongo tiene otros planes para vos… Te llama, te manda mensajes, te busca y encima te vive recordando lo bien que la pasó con vos. Claramente esto a tu ego le encanta…
Pensás, entonces, que no está mal de vez en cuando ver a alguien que te haga sentir como una femme fatal, así que salís con él un par de veces y se dan encuentros fogosos. Un día hasta lo invitas a tu casa, y el pendejo tiene el tupé de pedirte que le cocines unas milanesas con puré… Vos, bien boluda como una madre malcriadora, accedés. Se sabe… ya se está dando vuelta la tortilla…
Ahora la pendeja sos vos, entraste en ese jueguito perverso de los mensajes de texto a toda hora y le pedís más, más y más. Te empezás a poner cargosa como si fuera tu futuro marido… pero no lo es!!!! El niño chongo, después de juntar la experiencia que una le brindó y de haberle contado a todos sus amigos en el recreo cómo la “vete” (sí porque te guste o no sos la veterana) lo da vuelta como una media, decide alejarse y volver a ser un niño libre saltando por los prados…
Sí, el pendejo te dejó garpando!!!! Y vos terminás el cuentito infantil en el papel de la jovata enganchada que persigue al niño chongo quien, niño y todo, no deja de ser un chongo… Por eso, citando un sabio refrán popular, podemos concluir que “el que se acuesta con niños, amanece mojado”. Sabeloooooooooo.

viernes, 13 de marzo de 2009

El chongo más grande en la adolescencia

Hacé memoria… Todas, en nuestra adolescencia, salimos con un chico más grande. Sí, vos 14, él 17… es un clásico. Lo conociste en alguna matinée, fiesta de 15, country de una amiga… En fin, lo que más te gustaba de él era su edad. Te divertía sentirte “más grande” y que te pasara a buscar por el colegio con su Renault 4. Sólo era un muchachito con el que te veías cada tanto, pero morías de amor. Unos besos, unas caricias, unas palabras melosas, tocadita en la pierna y nada más, ¡vos eras chica! Ni se te cruzaba la idea de tener sexo… acaso eras una puta???????????????????
Ni te animabas a llamarlo sola, así que siempre que se juntaban con las chicas, lo llamabas. Obvio que no le decías que estabas con ellas porque sino quedabas re boba y la idea era aparentar viveza, pero bueno, vos sola no lo ibas a llamar, eso
estaba claro, y si el pibe era lo suficientemente vivo como para hacer de cuenta que no escuchaba las risitas de fondo, la escena se desarrollaba normalmente...
Siempre que hablaban quedaban en verse y entonces él pasaba a buscarte a la salida del cole. Vos ese día te comías las uñas de los nervios, no desayunabas, te bajaba la presión, pedías SAF (sin actividad física, jeje) en gimnasia, te retaban más que nunca, corrías como una desaforada por el patio y, como ya era habitual, les quemabas el bocho a las chicas, que trataban de tranquilizarte durante los recreos.
Como era esperable un día él se aburrió (o vos te aburriste, ¿por qué no? Mmmm, se sabe que esa no es muy factible, seguro se aburrió él…) y no lo viste más. Le perdiste el rastro. En realidad siempre lo tuviste en el msn, pero en ese mail que usabas durante la secundaria:
la_capa_de_palermo_86@hotmail.com. Ahora tu msn es tu nombre y apellido, más formal, ¿vió?
Años más tarde, una noche de desvelo, en esas donde ninguna de tus amigas puede salir y para colmo no dan nada bueno en la tele, se te ocurre entrar a ese viejo mail… Y ahí, apenas entrás, lo ves a ÉL con el muñequito verde: está online!!!! “Sebaaaaaaaaaa, tanto tiempo! Cómo va?” Y bueno… comienza una charla interminable donde se ponen al tanto de la vida. Él te cuenta que en la facu le va bárbaro, que está trabajando mucho... Sintetizando, quedan en verse ese finde. Vos ya estás más grande, así que no vas a ir con vueltas, querés verlo y demostrarle la femme fatal en la que te convertiste. Claro, él te dejó de ver hace como 3 años, esta chiquita está cambiada…ya no es la misma ingenua…
Llegó el sábado y te pasó a buscar por tu casa. Él seguía igual, no había cambiado en nada, en cambio vos sí, estabas hecha una diosa. Van a tomar algo, charlan, charlan, charlan y pum! Se vino el beso! De ahí al auto, más besos, matándose en el asiento de atrás, esta vez sí incluía todo el momento: un descontrol! “Cómo creciste Naty, no sos la misma” te repetía una y otra vez… Así que, agilizando los trámites, se van para su casa… Y bueno, obviamente, el resto ya lo saben…Mmmm, estemmmmm, noooo, no lo saben!!!!!!!!! Ese chico, por el que morías de amor, era un chasco! Tooooodooo lo GRANDE que te parecía hace unos años, ahora era un recuerdo… Porque no sólo que la tenía chiquita sino que no sabía manejarla. No podías creerlo, aquel hombre por el cual suspirabas, al cual lo tenías en lo más alto de tu ranking de chongos, era realmente un desastre…
Ahora ya lo sabés, si todavía no pasaste por ésta, ahorrále una pateticidad a tu vida... más vale quedarse con la imagen vieja, decente e idealizada!!! Por más que estés desesperada, decíle NO al reencuentro con ex chongos de la adolescencia!!!!

viernes, 6 de marzo de 2009

Renovación de chongos

Reunión de amigas. Terminás de contar las “novedades del día” y ellas te miran con cara de “¿para cuándo el remate?”. Y no chicas, no hay más que eso, me dijo que él también había visto el recital del Pity en la tele, ¿entienden? Nos gustan las mismas cosas!!!!! Y no, no entienden… En fin…
Es ahí cuando te das cuenta de que ya no hay nada que te una a él, que “el fijo” está más cerca de ser un hijo que un pijo, que las únicas veces que hablás, por msn obvio, porque hace más de 2 semanas que no te manda un texto (y bueno, ni hablar de que fue hace aproximadamente 6 meses la última vez que escuchaste su voz por teléfono), son para comentar sobre lo raro que está el tiempo o lo cansado que lo tiene el laburo. Percibís que cada vez pone menos voluntad para verte y que cuando milagrosamente te propone algo y vos al toque le decís que sí, todavía se despacha con un “igual en un ratito te confirmo bien si voy…”.
Así y todo vos lo querés seguir viendo, aunque no te aporta nada, no te da el mejor sexo de tu vida ni te trata dulcemente. Es más, lo último que puede considerarse como “piropo” fue decirte “al fin te depilaste, negra”. Sin embargo te da miedo cambiar, ¿por qué? PORQUE PREFERÍS SEGUIR COMIÉNDOTE ESA MERCADERÍA VENCIDA QUE CAGARTE DE HAMBRE, porque conocés lo que es la sequía absoluta y como cómoda del orto que sos, una vez que enganchaste a alguien, preferís a este “malo conocido” que aunque sea te riega cada tanto… lo único que querés es tener un palenque donde rascarte… aunque éste ya esté perdiendo el filo…
Sabés que estás usando la ropa desteñida pero no querés ir al shopping… de vaga que sos nomás, porque no te gusta caminar, porque tenés que arreglarte, porque tenés que empezar de cero y ya estás harta de los “¿siempre venís por acá?” que te preguntan en el boliche o el cuento de la historia de tu familia, la facu y el laburo. Y ahí, cuando, desvelada por el tema, te das cuenta de que tu vida amorosa tiene menos gracia que un desalojo y estás re decidida a ponerte las pilas y renovar el stock de chongos, te llega un mensaje un martes a las 2 am preguntándote en qué andás (sí, sí, el celular las 24 hs prendido por si surgen estos eventitos a último momento), porque él justo está cerca de tu casa…Vos, que estabas en el quinto sueño, con los ruleros puestos y una variante de pijama (el jogging que usabas en el colegio con una remera cortada de tu hermano mayor), le contestas “Hey Seba, estoy despierta! Querés pasar por casa?”… Mentís porque sabés que esa puede ser la última vez que lo veas en los próximos 15 días.
El final, de tan obvio, es humillante, vos no andás en nada, sólo dormís porque al otro día te tenés que levantar a las 7 am para ir a trabajar... Qué problema hay si voy con sólo dos horas de sueño???????!!!!!! Y sí, Seba, te espero!!!!! Te cepillás los dientes y como una pobre condenada esperás que suene el timbre… Otra vez a comer comida de ayer…
¡Marche una vuelta de queso rancio para todas!