La gran enemiga de la chonga concubina

No todo lo malo le pasa a la chonga soltera. A la chonga noviera o concubina también le pasan cosas!!! La gran enemiga no tiene retorno (¡y ojo que no estamos hablando de la suegra!). Dicen por ahí que es lo mejor que le pasó a la humanidad varonil. Un ladrón de sensaciones. Una abstracción irremediable… Con ustedes: la MALDITA CONSOLA DE JUEGOS! (Play Station, XBox, Wii, etc.). Sí, es aquella que un día te sacó a tú macho. Y lo peor: lo boludizó, lo estupidizó, lo abstrajo. Se lo “comió”.
Todo empezó un día cuando, de repente, salió una promoción en el Garbarino (que finalmente no fue tan promoción) y él, SIN consultar, la compró; aunque claro que venía hace tiempo rondándole esa magnífica idea!! Vos, obvio, te indignaste, porque cuando te comprás una remerita de esas de liquidación por Santa Fe, que te ponés una vez y a la segunda ya tiene pelotitas del lado de la cartera, enseguida pega el grito de “¿Otra remera? Vivís comprando ropa! Y las vacaciones?! Habíamos dicho que íbamos a ahorrar!”. Pero claro, cuando él se lima 2000 pesitos en un elemento inservible para vos, pero muy útil para él, está "todo way". “Gorda, esto me re dura para toda la vida. Es una inversión, entendés? Además, así no tengo que ir más a lo del Negro…Voy a estar más tiempo en casa”. Y sí, con eso te compró y hasta te pusiste contenta. Pero lo cierto es que en la explicación no te batió “la verdad de la milanga”. Lo que no sabías era que él se iba a quedar más tiempo en casa… pero sin dirigirte ni una palabra durante el juego!!! O con la invasión de Juan, Pedro, Robertito, el Tano, el Flaco y Mati. ¿Hay necesidad? Por supuesto que no!!!
Cuando juega con los pibes la casa es la mismísima cancha. Vos llegás y tenés que esquivar muertos de cerveza y pedazos de pizza dura. Gritos, escándalo. Dos juegan y los otros dolobus miran e hinchan por algún equipo con cantitos y todo (increíble pero real). Vos decís “Hola… Hola…. Hola”. Al tercer “Hola” que no te contestaron te diste media vuelta y te metiste en el cuarto, por supuesto que haciendo giratoria la puerta, como para que con eso se den cuenta. Pero… se dieron cuenta?? En fin…
De todos modos, lo peor llega cuanto tu pareja juega solo, porque aunque sea cuando está con los chicos comentan entre ellos. Pero cuando está solito… Con quién comenta?? Acá! Presente! Con la infeliz. Que mientras lava los platos o inventa alguna versión de fideos con algo, tiene que darse vuelta para que el susodicho le muestre la repetición del gol que Messi acaba de hacerle a Serbia y Montenegro… Obvio que el grito de “Gol” es como un verdadero gol, sin ninguna duda. También puede que vos estés en el baño y entre la gillette y la cofia para que no se te manche el pelo mientras te ponés crema de limpieza en la cara, escuches “No te la puedo creer!!”. Con el corazón en la boca apelás al “Qué pasó?!?!?!?!” pensando que algo terrible acaba de ocurrir…“Se me lesionó Tevez!!!!”. “SE TE QUÉ?????!!!!”. La que no lo podés creer sos vos.
Y ni hablar cuando juegan torneos!!! Tenés que bancarte a “Verón” levantando la copa y a tu novio que te dice “Salí campeón, que groso soooooy!”. Vos con tu mejor cara, lo mirás y no emitís ni un sonido porque para esto ya pasaron 8 horas de juego… Aunque ellos no se hayan dado cuenta del transcurso del día.
Por último tenemos otra típica y muy reciente situación, relacionada con el Mundial. Sí, el chabón jugó todos los partidos que jugaba la Argentina antes del juego real!!!! Como para ver qué onda… A ver si la consola le decía algo, a ver si pegaba el verdadero resultado… Pero quién te pensás que sos?? El pulpo Paul??
Resumiendo, la consola de juegos es la destrucción de la armonía en la pareja. Un viaje de ida... Si vos, querida amiga, permitís el ingreso de este elemento, sabé que se terminó todo. Porque para él las prioridades serán: el Diego (indiscutible), la gran enemiga, el fernet, y allá a los lejos, en el cuarto puesto, peleando con el LCD, vos. Pero a no desanimarse: si ya lo permitiste (o cuando compraste el paquete venía incluida), más vale que aprendas imitarle la firma, así mientras él juega, vos te vas de shooping con su tarjeta y una amiga!