sábado, 21 de marzo de 2009

El niño chongo (by Flor)

A verrrrr, ¿cuál es una de las mayores fantasías de los hombres? Salir con pendejas!!! Sí, esas colegialas divinas sin un gramo de celulitis que andan por la vida con sus jumpers cortitos y las camisitas con sólo dos botones abrochados. ¿Y nosotras qué? ¿Acaso no tenemos derecho a fantasear con un niño chongo? ¿No nos merecemos, de vez en cuando, un buen pedazo de carne fresca?
Un día, por esas casualidades de la vida, salís de un bar en Caballito en el estado más calamitoso de los últimos tiempos, son las 6 de la matina y un flaco te encara, te parece lindo… bah… no nos engañemos a esa hora, y con tu nivel de alcohol en sangre, te gustan todos!!! Y vos, aunque estás destruida y lo más sano sería tomarte un taxi hasta tu casa, te vas con él.
Después de que pasa todo lo que tiene que pasar (o mejor dicho todo lo que no tendría que haber pasado) se te ocurre preguntarle la edad y él con su mejor cara de inocente saca el documento nuevito, ¡muy nuevito! y te lo muestra. Ese hombre que acaba de pasar por tu cuerpo tiene flamantes 18 añitos!!!! Sí!!!! Y lo peor de todo es que te encantó (se ve que viene entrenando desde las inferiores).
Por tu salud psíquica decidís no verlo más, pero aparentemente el niño chongo tiene otros planes para vos… Te llama, te manda mensajes, te busca y encima te vive recordando lo bien que la pasó con vos. Claramente esto a tu ego le encanta…
Pensás, entonces, que no está mal de vez en cuando ver a alguien que te haga sentir como una femme fatal, así que salís con él un par de veces y se dan encuentros fogosos. Un día hasta lo invitas a tu casa, y el pendejo tiene el tupé de pedirte que le cocines unas milanesas con puré… Vos, bien boluda como una madre malcriadora, accedés. Se sabe… ya se está dando vuelta la tortilla…
Ahora la pendeja sos vos, entraste en ese jueguito perverso de los mensajes de texto a toda hora y le pedís más, más y más. Te empezás a poner cargosa como si fuera tu futuro marido… pero no lo es!!!! El niño chongo, después de juntar la experiencia que una le brindó y de haberle contado a todos sus amigos en el recreo cómo la “vete” (sí porque te guste o no sos la veterana) lo da vuelta como una media, decide alejarse y volver a ser un niño libre saltando por los prados…
Sí, el pendejo te dejó garpando!!!! Y vos terminás el cuentito infantil en el papel de la jovata enganchada que persigue al niño chongo quien, niño y todo, no deja de ser un chongo… Por eso, citando un sabio refrán popular, podemos concluir que “el que se acuesta con niños, amanece mojado”. Sabeloooooooooo.

4 comentarios:

  1. Bueno, este caso nunca me paso.. peroooo LO VOY A TENER EN CUENTA!!!

    Siempre suelo aconsejarle a mis amigos q no se metan con minas mas grandes.. ahora voy a aconsejar a mis amigas q no se metan con pendejos!!

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  2. RECOMENDADISISISISISIMOOO.....!! ninio chongo... jajaja

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  3. recomendadisisisisisisisimoooo.... los ninios chongos lo mejor...jaja

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